jueves, 8 de septiembre de 2011

La cabra


La cabra suelta en el huerto.

Andaba comiendo albahaca.

Toronjil comió después y, después, tallos de malva.

Era blanca como un queso como la luna

era blanca.

Cansada de comer hierva se puso a

comer retamas.

Nadie la vio, sino dios.

Mi corazón la miraba.

Ella seguia comiendo flores y ramas

de sabia.

Se puso a balar despues

bajo la clara mañana.

Su balido en el campo fresco, camino

de la montaña.

Se perfumaba de malvas

el viento, cuando balaba.


Mili y Eve

No hay comentarios:

Publicar un comentario